¿Qué es la vaginoplastia en personas trans?
La vaginoplastia en mujeres trans busca recrear una vagina que no solo sea visualmente muy parecida a una vagina cis, sino también funcional. Eso implica que la nueva vagina permita una micción adecuada y mantener relaciones sexuales, según las necesidades de cada paciente.
Para conseguirlo, la cirugía incluye la formación de un canal vaginal en aquellas pacientes que desean relaciones sexuales con penetración, la reconstrucción de labios mayores y menores, y la creación de un clítoris que preserve la sensibilidad. El equipo médico especializado adapta cada técnica a las necesidades específicas de cada paciente, considerando tanto sus preferencias como las características anatómicas y médicas que pueden influir en el resultado.
Para quienes no desean un canal vaginal profundo, existe la opción de la vulvoplastia, también conocida como vaginoplastia de profundidad cero. Esta alternativa se centra en construir unos genitales externos similares a una vulva cis, que sean funcionales y erógenos, pero sin necesidad de crear un túnel vaginal. Por ello la vulvoplastia tiene una recuperación más rápida que otras técnicas de vaginoplastia.
Diferentes técnicas de vaginoplastia
Existen diferentes tipos de vaginoplastia. La elección de la técnica quirúrgica depende en gran medida de factores como la calidad y cantidad del tejido genital, el historial médico de la paciente y sus expectativas o estilo de vida. Cada técnica tiene sus propias particularidades, beneficios y limitaciones, que deben ser cuidadosamente evaluados por el cirujano y la paciente.
Vaginoplastia por inversión peneana
La vaginoplastia por inversión peneana es la técnica más común y se utiliza cuando el tejido del pene es suficiente para formar el canal vaginal.
En esta técnica, el cirujano invierte la piel del pene para crear un túnel vaginal. Y utiliza otros tejidos genitales, como la piel del escroto o parte de la uretra, para construir los labios mayores, menores y el clítoris. Esta técnica suele ser la escogida para pacientes que tienen un pene con buen tamaño (normalmente más de 12 centímetros en reposo) y grosor, así como buena elasticidad de la piel. En estos casos, la vaginoplastia por inversión peneana permite conseguir unos resultados funcionales y estéticos muy satisfactorios. Sin embargo, no siempre es viable, especialmente en casos de circuncisión extensa o cuando el desarrollo del pene ha sido limitado por el uso temprano de bloqueadores hormonales.
Colovaginoplastia
En pacientes donde la inversión peneana no es una opción por no cumplir con los factores necesarios para llevarla a cabo, la colovaginoplastia ofrece una muy buena alternativa.
La vaginoplastia con colgajo rectosigmoidal pediculado o colovaginoplastia utiliza un segmento del colon para formar el canal vaginal, lo que garantiza una profundidad adecuada y una lubricación natural gracias a las propiedades del tejido intestinal. Es especialmente recomendable para mujeres trans que han experimentado una falta de desarrollo genital o que necesitan una mayor profundidad vaginal para mantener relaciones sexuales satisfactorias. Por ello esta técnica se suele llevar a cabo cuando el pene con la piel estirada mide menos de 12 centímetros, cuando existe una circuncisión extensa o cuando la paciente ya ha sido intervenida anteriormente, pero no se ha conseguido profundidad vaginal suficiente.
A pesar de ser un procedimiento más complejo, con un tiempo quirúrgico más prolongado y una recuperación más exigente, la técnica de colovaginoplastia ha ido creciendo como consecuencia de la atención temprana a las personas trans. De hecho, actualmente en IM GENDER, esta técnica representa más del 66% de las vaginoplastias realizadas.
Vaginoplastia con injerto
La vaginoplastia con injerto es aquella que utiliza piel de otras áreas del cuerpo, como el muslo o el abdomen, para alargar unos centímetros el canal vaginal. Este procedimiento está indicado para pacientes que no tienen suficiente tejido genital para una inversión peneana completa, pero que tampoco requieren una intervención tan compleja como la colovaginoplastia. La técnica combina los beneficios de ser menos invasiva que la colovaginoplastia, aunque requiere un cuidado postoperatorio más específico para asegurar que los injertos se adapten adecuadamente.
Vulvoplastia
La vulvoplastia, o vaginoplastia de profundidad cero, es una opción para quienes no necesitan o no desean un canal vaginal profundo. Este procedimiento se enfoca exclusivamente en la realizacion de los genitales externos, logrando crear una vulva funcional, erógena y con un aspecto visualmente similar al de una mujer cis, pero sin la necesidad de un túnel vaginal. Es menos invasiva que las otras técnicas y tiene un tiempo de recuperación más corto, pero no está diseñada para pacientes que deseen mantener relaciones sexuales con penetración.
¿Cómo se escoge la técnica de vaginoplastia?
La decisión sobre qué técnica de vaginoplastia trans utilizar no es sencilla y debe estar basada en una evaluación integral de cada paciente. El proceso comienza con un análisis detallado de la anatomía genital, evaluando la cantidad, calidad y elasticidad de los tejidos disponibles. Además, también se analiza su estilo de vida y sus necesidades. Por ejemplo, si una mujer no necesita profundidad vaginal para tener una vida sexual satisfactoria, se aconsejaría una vulvoplastia.
- Vaginoplastia por inversión peneana: se lleva a cabo cuando el tamaño, el grosor, la longitud y la calidad de la piel del pene permite realizar un túnel vaginal con una anchura y unas dimensiones suficientes para mantener relaciones sexuales con normalidad.
- Colovaginoplastia: se realiza cuando el pene es pequeño o ha habido una circuncisión importante previa a la intervención de vaginoplastia. También se da cuando ha habido una falta de desarrollo del pene como consecuencia del uso de inhibidores hormonales durante la etapa previa a la pubertad. En estos casos, la técnica de inversión peneana está desaconsejada, ya que la profundidad vaginal sería muy poca y no permitiría a la mujer trans tener una vida sexual con penetración satisfactoria.
- Vaginoplastia por injerto: si la mujer trans no tiene un pene de dimensiones adecuadas para una inversión peneana satisfactoria, pero tampoco requiere de una colovaginoplastia, se puede optar por esta técnica, aunque es minoritaria. En IM GENDER somos pioneros en esta técnica.
Además de los aspectos médicos, es fundamental entender las necesidades y expectativas de la paciente. Para poder tomar una decisión conjunta, el cirujano debe ofrecer una visión realista de los beneficios y limitaciones de cada técnica, garantizando que la elección final sea informada y respetuosa con las necesidades de la paciente.
¿Cómo ha cambiado la técnica de vaginoplastia?
La evolución de las técnicas de vaginoplastia refleja los avances en el conocimiento médico y el compromiso de los especialistas con las necesidades de las mujeres trans. Hasta hace algunos años, la inversión peneana era la técnica predominante. Sin embargo, el cambio en la sociedad ha llevado a cambios en las técnicas: el apoyo de las familias a sus hijes trans, ha lleva al uso temprano de bloqueadores hormonales en adolescentes trans. Esto es beneficioso para evitar cambios físicos no deseados durante la pubertad, pero en contrapartida reduce el desarrollo de los tejidos genitales en muchas pacientes, obligando a un cambio en las técnicas utilizadas para conseguir unos resultados satisfactorios.
Es por ello que, en IM GENDER, la colovaginoplastia se ha consolidado como una gran alternativa al ofrecer una mayor profundidad y funcionalidad en pacientes con tejido genital insuficiente. Esta técnica, que en 2014 era relativamente minoritaria, ha experimentado un crecimiento sostenido, especialmente a partir de 2018, y actualmente es la opción más utilizada en más de dos tercios de las vaginoplastias realizadas en IM GENDER.
Si necesitas saber más sobre la vaginoplastia trans y cómo escoger la técnica más adecuada, puedes ponerte en contacto con nuestro equipo de IM GENDER para que te asesoren.