Preguntas frecuentes sobre la vaginoplastia trans

CIRUGÍA DE VAGINOPLASTIA TRANS

La colovaginoplastia se recomienda cuando la técnica de inversión peneana no puede proporcionar la profundidad vaginal suficiente (común en casos de personas circuncidadas, cirugías genitales previas o tamaño pequeño del pene). A pesar de su complejidad, la colovaginoplastia normalmente consigue excelentes resultados, como una neovagina más profunda con lubricación natural gracias al uso de un segmento del colon, que imita la textura y la humedad de una vagina cisgénero.

Sin embargo, la colovaginoplastia implica un nivel de complejidad quirúrgica mayor y conlleva mayores riesgos. Por lo tanto, generalmente se reserva para casos en los que la inversión peneana no es viable. Ambas técnicas pueden ofrecer resultados funcionales y estéticos, pero la elección del método debe basarse en tu anatomía y necesidades de salud, según lo evaluado por tu cirujano.

Como en cualquier cirugía, siempre existen riesgos. Un miembro del equipo médico te explicará cómo evitar posibles complicaciones y cómo actuar si surgen problemas. Si experimentas alguna inquietud o anormalidad después de la cirugía, debes consultar a tu cirujano para que pueda diagnosticar el problema. Para ayudarte, habrá disponible una línea telefónica las 24 horas, además de un correo de seguimiento para cualquier pregunta o inquietud.

Muchas mujeres trans experimentan una mejora en su bienestar emocional y mental después de la vaginoplastia. El procedimiento puede reducir la disforia de género y aumentar la confianza, ayudándote a sentirte más alineada con tu identidad de género. Sin embargo, es importante entender que es un proceso que lleva tiempo.

SENSIBILIDAD

Sí, la mayoría de las mujeres conservan o incluso mejoran su sensibilidad después de la vaginoplastia. Durante la cirugía, estructuras como el glande se preservan y remodelan para formar el clítoris, lo que permite conservar la sensibilidad erógena.

Es importante tener en cuenta que cada cuerpo sana de manera diferente y el redescubrimiento del placer sexual puede llevar tiempo. Algunas mujeres experimentan una mejora gradual en la sensibilidad y la capacidad orgásmica a medida que se familiarizan con su nueva anatomía.

Se recomienda esperar al menos tres meses antes de intentar una relación sexual con penetración. De este modo, se deja el tiempo suficiente para cicatrizar y para que el tejido vaginal se fortalezca. Tener una actividad sexual demasiado pronto puede provocar complicaciones como desgarros o infecciones. Sigue siempre las indicaciones de tu cirujano sobre este tema.

No tendrá tanta lubricación natural como una vagina cisgénero. Sin embargo, con el tiempo, el revestimiento epitelial de la neovagina se adapta al ambiente interno más cálido. En aproximadamente el 40% de los casos, se consigue cierto grado de lubricación espontánea. Para quienes no experimenten suficiente lubricación, se recomienda el uso de humectantes íntimos o lubricantes a base de agua durante la actividad sexual.

CUIDADO POSTOPERATORIO Y RESULTADOS

La recuperación de la vaginoplastia trans es un proceso gradual que conlleva meses. La mayoría de los pacientes permanecen en el hospital alrededor de una semana después de la cirugía para gestionar cualquier complicación inmediata. Es probable que tengas un catéter durante los primeros 10-14 días para ayudar con la micción. Tu cirujano te dará instrucciones detalladas sobre el cuidado de las heridas y prácticas de higiene.

La dilatación comenzará poco después de la cirugía. Se te proporcionarán las herramientas e instrucciones necesarias. Es importante asistir a todas las citas de seguimiento a las 3 semanas, 3 meses, 6 meses y 12 meses después de la cirugía para asegurar una cicatrización óptima y abordar cualquier preocupación.

Las dilataciones son una parte muy importante de todo el tratamiento. Su práctica constante y metódica durante los primeros tres meses es estrictamente necesaria. Después de este período, se puede comenzar la actividad sexual y la penetración natural se considera mejor que la dilatación mecánica.

El tiempo requerido dependerá del deporte que desees practicar. Es preferible consultar con tu cirujano de antemano. En IM GENDER proporcionamos una lista de los deportes más comunes y el tiempo aproximado de espera indicativo.

El tratamiento hormonal es necesario de por vida, pero las dosis se modificarán a la baja según los controles posteriores a la cirugía y tu edad. Esta modificación siempre debe realizarse bajo la supervisión de un endocrinólogo. La automedicación puede poner en riesgo tu salud.

Si bien una neovagina post-vaginoplastia no requiere exámenes ginecológicos rutinarios de la misma manera que una vagina cisgénero (debido a la ausencia de útero, cuello uterino u ovarios), es importante seguir cuidando tu salud. Cualquier síntoma debe ser evaluado por tu cirujano o un profesional de salud familiarizado con el cuidado postoperatorio para mujeres trans.

Sí, incluso después de la vaginoplastia trans, la próstata permanece en su lugar, aunque generalmente se reduce con el tiempo debido a la terapia hormonal. Aunque el riesgo de problemas de próstata, como el cáncer, es prácticamente nulo, es recomendable revisar la próstata como parte de tu atención médica de rutina, especialmente después de los 50 años. Es posible que se recomiende una prueba de PSA para estar al tanto de cualquier cambio.

Los resultados de la vaginoplastia suelen ser muy satisfactorios, tanto estéticamente como funcionalmente. La mayoría de las pacientes experimentan una mejor calidad de vida, mayor autoestima y mayor satisfacción con sus cuerpos.