¿ Qué es la genitoplastia feminizante?
La cirugía de afirmación de género, conocida también como cirugía de reasignación genital, es un paso importante para muchas personas transgénero en su proceso de transición, aunque no para todas. Una de las cirugías más comunes en la afirmación de género es la genitoplastia feminizante o vaginoplastia trans, solicitada principalmente por las mujeres trans.
Pero, ¿qué es la vaginoplastia trans? Es un procedimiento quirúrgico que transforma los genitales de nacimiento masculinos en genitales femeninos. También conocida como vaginoplastia, es un procedimiento quirúrgico que se realiza para crear una vagina y genitales externos femeninos funcionales en personas transgénero que fueron asignadas como varones al nacer, pero que se identifican como mujeres y desean tener genitales reconocidos como femeninos.
Esta cirugía tiene como objetivo principal ayudar a las personas transgénero a sentirse más cómodas y satisfechas con su cuerpo, y a tener una apariencia genital que se ajuste a su identidad de género.
Técnicas en la genitoplastia feminizante
Existen varias técnicas quirúrgicas utilizadas en la genitoplastia feminizante, y la elección de la técnica dependerá de las necesidades y preferencias del paciente, así como de la experiencia y habilidades del cirujano. Algunas de las técnicas más comunes incluyen:
Vaginoplastia o técnica de inversión peneana:
En este procedimiento, se utiliza la piel del pene y el escroto para crear la vagina y los labios mayores y menores. El pene se invierte y se utiliza para formar las paredes laterales de la vagina, mientras que la piel del escroto se utiliza para crear los labios mayores. El glande se remodela para parecerse al clítoris y la uretra se acorta.
Colovaginoplastia o técnica de colon sigmoide:
En esta técnica, se utiliza una porción del colon sigmoide (parte del intestino grueso) para crear la vagina. La porción de colon se utiliza para formar la parte interior de la vagina y darle una mayor profundidad, con la ventaja de que es un tejido más lubricado de forma natural que el tejido del pene. La piel del pene y el escroto también se utilizan como en la técnica anterior para realizar los labios mayores, menores y clítoris. Esta técnica es más compleja y tiene un tiempo de recuperación algo más largo.
Vaginoplastia con injerto:
Se trata de la técnica de inversión peneana a la que se añade un injerto de piel escrotal, una vez eliminado el vello, para conseguir unos centímetros más de profundidad vaginal.
Genitoplastia feminizante con técnica de peritoneo:
Esta técnica utiliza el revestimiento del abdomen, conocido como peritoneo, para crear la vagina. El peritoneo se separa del músculo abdominal y se utiliza para formar las paredes de la vagina. Esta técnica es menos común y se utiliza en casos especiales en los que no se pueden utilizar otras técnicas. De hecho, IM GENDER consideramos que no es una técnica suficientemente avalada como para estandarizarla o llevarla a cabo habitualmente, pues existen alternativas más seguras y con menos complicaciones graves.
Micción
Después de la genitoplastia feminizante, las pacientes pueden orinar de manera similar a las mujeres cisgénero, teniendo en cuenta que ninguna mujer transgénero o cisgénero orina de la misma manera. La nueva vagina creada durante la cirugía incluye una uretra femenina. Esto permite que la orina se elimine a través de la nueva abertura uretral en la parte anterior de la vagina, de manera similar a la uretra femenina natural.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la función urinaria puede variar en cada paciente y puede requerir tiempo y práctica para adaptarse a los cambios anatómicos y aprender a orinar de manera eficiente. Algunas pacientes pueden experimentar dificultades temporales para vaciar completamente la vejiga o controlar la micción. Lo cual es normal durante el proceso de recuperación. Es importante seguir las recomendaciones del equipo médico. Así como realizar los ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico, si son recomendados, para mejorar la función urinaria después de la cirugía.
Penetración sexual
Otra consideración importante en la perspectiva funcional de la genitoplastia feminizante es la capacidad de tener relaciones sexuales con penetración. Después de la cirugía, las mujeres deberán seguir un procedimiento de dilataciones que empezarán durante su ingreso en el hospital y que se alargarán durante las siguientes semanas. En IM GENDER, se entrega un kit de dilataciones para que la paciente disponga tanto de los dilatadores como de todo el material necesario. Puedes ver este video de la Dra. Labanca en que explica en qué consiste el kit.
Una vez superado el periodo de las dilataciones, la mujer puede mantener relaciones sexuales vaginales con una pareja o con juguetes sexuales. La nueva vagina creada durante la cirugía es lo suficientemente profunda para permitir la penetración y una experiencia sexual satisfactoria.
Es importante tener en cuenta que la sensibilidad y la capacidad de lubricación vaginal pueden variar en cada mujer después de la cirugía. Algunas pueden experimentar una disminución temporal de la sensibilidad debido al proceso de recuperación después de la genitoplastia feminizante, que mejora con el tiempo. El equipo médico puede recomendar el uso de lubricantes y otras opciones para mejorar la comodidad durante las relaciones sexuales.
Sensibilidad
La sensibilidad es otro aspecto importante en la perspectiva funcional de la genitoplastia feminizante. Durante la cirugía, se remodela el glande del pene para parecerse al clítoris. Esto aporta una buena sensibilidad en esta área. Casi la totalidad de las mujeres aseguran llegar al orgasmo durante sus relaciones sexuales con o sin penetración, así como unas relaciones sexuales satisfactorias después de la cirugía. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la sensibilidad puede variar en cada mujer y puede tomar algún tiempo adaptarse a los cambios anatómicos.
Es importante seguir las recomendaciones del equipo médico en cuanto a cuidado postoperatorio y actividades sexuales para garantizar una recuperación adecuada y una función óptima después de la genitoplastia feminizante.