La faloplastia es una cirugía de masculinización delicada que suele generar muchas dudas e incertidumbres entre los hombres trans que deciden que esta operación forme parte de su tránsito. Es importante informarse bien antes de dar el paso y no dejar ninguna duda en el tintero. Por ello, en este artículo queremos explicarte cosas que debes saber antes de la faloplastia.
Elección del cirujano plástico adecuado
La elección del cirujano plástico adecuado es crucial para el éxito de una operación de faloplastia. Los pacientes trans deben buscar un cirujano con experiencia y formación en cirugía genital de afirmación de género, muy específicamente en faloplastia. Es fundamental investigar las credenciales del cirujano y su experiencia en procedimientos similares. Consultar reseñas de otros pacientes y pedir recomendaciones a organizaciones de apoyo a personas trans también puede ser muy útil.
En IM GENDER tenemos más de 25 años de experiencia en cirugía de afirmación de género y contamos con especialistas de renombre internacional en las diferentes técnicas y procedimientos.
A la hora de escoger el equipo médico, también es importante sentirte cómodo y poder comunicarte abiertamente sobre tus expectativas y preocupaciones. Solo de esta manera conseguirás generar una confianza que te permitirá resolver todas tus dudas sobre la faloplastia y llegar a la cirugía con toda la información.
La técnica de la faloplastia
La técnica de la faloplastia o faloplastia trans emplea tejido de otras zonas del cuerpo, normalmente piel, grasa y vasos sanguíneos del antebrazo para crear un falo. Con estos tejidos, el cirujano puede recrear un pene con dimensiones anatómicas adecuadas que, una vez modelado, se traslada a su ubicación final. Una vez allí, gracias a los avances en microcirugía, se procede a suturar las arterias y venas, que aportan la sangre, y los nervios, con el objetivo de lograr sensibilidad táctil y erógena.
Para alargar la uretra en los primeros centímetros, el cirujano utiliza tejido de la pared anterior de la vagina y un colgajo de piel del labio menor. Posteriormente, se sutura con la uretra previamente creada en el falo.
Durante la misma intervención, los labios mayores se movilizan dorsalmente y se unen en la línea media para formar un nuevo escroto. Una vez formada la bolsa escrotal, se colocan implantes testiculares de silicona. La implantación de las prótesis testiculares puede realizarse durante la misma operación o posponerse para una segunda intervención, según el criterio del cirujano.
Sensibilidad después de la faloplastia
Uno de los aspectos más importantes de la faloplastia es la sensibilidad erógena del nuevo falo. Para lograrlo, el cirujano toma un nervio del clítoris y lo conecta a uno de los nervios del nuevo pene. Esto se hace mediante una técnica avanzada de microcirugía llamada anastomosis, que implica la unión precisa de dos nervios para que puedan comunicarse y funcionar juntos.
Además, el clítoris original no se elimina durante la cirugía de masculinización genital. En lugar de eso, se deja enterrado debajo del nuevo pene. De esta forma, no solo se conserva la sensibilidad del clítoris, sino que también se conecta a los nervios del nuevo pene, permitiendo que la persona pueda experimentar sensaciones táctiles y erógenas en su nuevo órgano.
Esto significa que, después de la faloplastia, el hombre podrá tener placer sexual porque la sensibilidad erógena se mantiene completamente.
Debemos tener en cuenta, que si bien se consigue un pene funcional y anatómico, no podrá tener erecciones hasta que se coloque la prótesis peneana. Esto se suele llevar a cabo a partir del año de la faloplastia.
¿Cómo es la recuperación?
Después de la faloplastia, necesitarás quedarte en el hospital al menos una semana. Esto es importante para que el equipo médico de la Unidad de Género de IM GENDER pueda seguir de cerca tu recuperación y asegurarse de que todo va bien.
Pasadas las primeras 48 horas tras la cirugía, podrás empezar a moverte un poco. Con el paso de los días recuperarás tu movilidad normal.
Aunque te darán el alta hospitalaria una semana después de la operación, deberás llevar una sonda vesical durante al menos 21 días. A veces, dependiendo de la decisión del cirujano, se puede colocar una sonda suprapúbica. Esta sonda ayuda a vaciar la vejiga sin que la orina pase por la uretra, manteniéndola seca en las primeras etapas de tu recuperación.
La recuperación de una faloplastia es un proceso largo y puede ser exigente tanto física como emocionalmente. Sigue los consejos de tu cirujano y del equipo médico para que la recuperación sea lo más rápida y cómoda posible.
Posibles complicaciones de la faloplastia
Como cualquier cirugía mayor, la faloplastia conlleva riesgos y posibles complicaciones. Es importante seguir las indicaciones sobre los cuidados postoperatorios y estar bien informado. Por ello, el equipo médico te indicará cómo evitar las posibles complicaciones y, en caso de que aparezcan, cómo actuar. Sin embargo, ante cualquier duda sobre tu evolución, debes comunicárselo a tu médico para que pueda ofrecerte una solución.
Las complicaciones más comunes en la faloplastia son:
- Infección de orina (ardor en la uretra, molestias y/o orina con un color rojizo)
- Pérdidas de orina a través de zona adyacentes a neofalo
- Fiebre
- Retención de orina
- Dehiscencias de herida (apertura de la incisión)
- Enrojecimiento del falo
- Aumento del dolor.
Resultados a largo plazo y calidad de vida tras la cirugía
Los resultados de la faloplastia suelen significar una mejora en su calidad de vida y bienestar emocional. Además, suelen poder disfrutar de una vida sexual satisfactoria, así como una mayor satisfacción con su cuerpo.
Retoques estéticos después de la faloplastia
Debemos tener en cuenta que, al usar piel y grasa del antebrazo para la faloplastia, la zona genital puede quedar con una coloración diferente. Para solucionar esto, disponemos de varios tratamientos estéticos después de la faloplastia:
- Micropigmentación, que se utiliza para recrear estructuras anatómicas como la vena basal del pene, ayudando a que la apariencia sea más natural.
- Lipofilling que permite corregir el efecto de cicatriz en la zona donante del antebrazo mediante el injerto de grasa corporal en esa área.
- Tratamiento con láser que también puede mejorar el aspecto de la zona donante del antebrazo.
Es fundamental tener expectativas realistas y mantener una comunicación abierta con el equipo médico durante todo el proceso.
Si crees que hay más cosas que debes saber antes de la faloplastia, no dudes en contactar con el equipo de IM GENDER.