La reducción de frente es un procedimiento quirúrgico que busca disminuir el tamaño de la frente, para otorgarle una apariencia más femenina y armoniosa en relación al resto del rostro. La frente característica típicamente masculina es más amplia y cuadrada que la femenina, además la línea del cabello es distinta. Mientras que en la mujer suele ser redondeada, en el hombre es habitual que tenga una forma de M.

La reducción de frente es una cirugía de feminización facial que puede implicar el avance de la línea capilar, el contorno óseo frontal o ambas, y se puede realizar utilizando diferentes técnicas según las necesidades de cada paciente.

Línea capilar en hombres VS. mujeres

La línea capilar es una de las características faciales que más difiere entre hombres y mujeres. En general:

  • Línea capilar masculina: Suele ser más alta y tiene una forma más rectangular o en «M». En muchos casos, la línea capilar masculina también presenta una mayor recesión en las sienes.
  • Línea capilar femenina: Tiende a ser más baja, lo que suele configurar una frente más estrecha y redondeada, con una forma más continua y suave.

Estas diferencias son importantes en la cirugía de feminización facial. La reducción de frente puede ayudar a crear una línea capilar más femenina y acorde con la identidad de género de la paciente.

Diferencias entre la frente masculina y la frente femenina

Las diferencias entre una frente femenina y una masculina son notables y juegan un papel importante en la percepción general del género de una persona. Estas características suelen desarrollarse durante la adolescencia, como consecuencia de los cambios propios de esta etapa. Es lo que se conoce comodimorfismo sexual secundario, y también afecta a nivel craneal. Por ello, la operación transgénero de feminización facial es más habitual en aquellas mujeres trans que iniciaron un tránsito más tardío, cuando las hormonas masculinas ya habían intervenido en su desarrollo físico.

La frente masculina tiende a ser más alta y ancha, con una línea capilar que forma una «M» distintiva y a menudo presenta prominencias óseas más marcadas, como el reborde supraorbital, que se encuentra sobre las cejas. Por otro lado, la frente femenina es generalmente más corta y redondeada, con una línea capilar más baja y continua que se curva suavemente. Estas diferencias estructurales son clave para la feminización facial, ya que una frente más suave y redondeada es uno de los rasgos que contribuyen a una apariencia más femenina.

El Dr Mañero nos explica qué es el dimorfismo sexual:

Técnicas de reducción de frente

Existen varias técnicas para realizar la reducción de frente y suavizar los rasgos de la frente. La elección de la técnica depende de diferentes factores que deberá evaluar el equipo médico. Las técnicas más comunes son el injerto capilar, la cirugía de avance de la línea capilar y la cirugía ósea para reducir la frente.

Injerto capilar

El injerto capilar, también conocido como trasplante de cabello, es una técnica en la que se trasplantan folículos pilosos desde una zona donante del cuero cabelludo (generalmente la parte posterior) hacia la línea capilar. Esta técnica puede ser útil para crear una línea capilar más redondeada y femenina, y es especialmente beneficiosa para pacientes con una línea capilar en forma de M y con una buena densidad de cabello en la zona donante.

La técnica de injerto capilar es menos invasiva y requiere de un menor tiempo de recuperación que otras técnicas quirúrgicas.  Los resultados son una línea capilar más redondeada y típicamente femenina.

Cirugía de avance de la línea capilar

Cuando el injerto capilar no es suficiente o no es posible, se puede realizar una cirugía de avance de la línea capilar. En este caso, se realiza una incisión de muy pocos milímetros por detrás del nacimiento natural y se avanza la línea del pelo, de manera general, uno o dos centímetros. Así, se puede reducir la distancia entre las cejas y el nacimiento del pelo. Además, también se puede elevar y reposicionar las cejas, otorgando así un aspecto más femenino a todo el conjunto del tercio superior del rostro.

Cirugía ósea para reducir la frente

La cirugía ósea para reducir la frente, también conocida como contorno óseo frontal o remodelación de la frente, implica modificar la forma del hueso frontal para reducir el tamaño de la frente y suavizar la proyección de los senos frontales.

La cirugía de feminización de la frente se lleva a cabo en diferentes niveles: el rebajado de la cresta temporal, el agrandamiento y redondeado de las órbitas del cráneo y el aplanamiento de los senos frontales. Existen diferentes técnicas, la elección de cada una de ellas dependerá de los resultados de un estudio previo sobre las características óseas de cada paciente.

¿Qué técnica es la mejor opción para mí?

La mejor técnica para la reducción de frente varía según cada paciente. Es fundamental realizar una consulta con un cirujano especializado en feminización facial, quien evaluará factores como la densidad del cabello, la elasticidad del cuero cabelludo, la estructura ósea y las expectativas personales. Además, realizará estudios sobre las características óseas para poder evaluar qué técnica es la más adecuada en cada paciente. En algunos casos, una combinación de técnicas puede ser la opción más efectiva para lograr un resultado natural y satisfactorio.

Combinación con otras cirugías de feminización

La reducción de frente a menudo se combina con otras cirugías de feminización facial para lograr una armonía completa del rostro. Algunas de las cirugías que pueden realizarse junto con la reducción de frente son:

  • Rinoplastia: Para refinar la forma de la nariz y lograr una apariencia más femenina.
  • Contorno de mandíbula y mentón: Para suavizar las líneas del rostro.
  • Blefaroplastia: Para rejuvenecer la apariencia de los párpados y dulcificar la expresión y las facciones del rostro,
  • Lifting de labios: Para conseguir una proporción más femenina entre los labios y la nariz.
  • Lifting feminizante: Para remodelar el rostro otorgándoles rasgos más femeninos.
  • Lipotransferencia feminizante: Para conseguir unos volúmenes faciales más típicamente femeninos.
  • Aumento de pómulos: Para dulcificar los rasgos faciales.
  • Tiroplastia: Para eliminar la nuez o manzana de Adán cuando es muy evidente.
  • Lifting de cejas: Para elevar las cejas y abrir más la mirada.

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