El Dr. Ivan Mañero, cirujano plástico y director de IM GENDER, presentó a prensa la actualización del estudio sobre el perfil de paciente de la Unidad de Género de IM CLINIC. Bajo el título «Evolución de las técnicas y perfil del paciente (2002-2023)”, este trabajo destaca los avances en cirugía de género y cómo la atención temprana a personas trans ha obligado a una evolución en la cirugía de afirmación de género.
Atención temprana en las personas trans
El tránsito y la diversidad de experiencias
El Dr. Ivan Mañero destaca la importancia de entender que no todas las personas trans deciden someterse a una cirugía. «Cada tránsito es individual y se debe respetar», comenta, destacando que algunas personas trans prefieren no pasar por procedimientos quirúrgicos ya que se sienten a gusto con su cuerpo y no sienten la necesidad de modificar ningún aspecto. El tránsito de género es un camino único y privado, donde la persona decide qué pasos seguir en cada etapa, y esto es especialmente importante en el caso de menores, quienes deben contar con un acompañamiento adecuado y apoyo emocional.
La primera visita antes de los 25 años
Durante los últimos 25 años, el gran paso social se nota en cómo ha evolucionado la atención a personas trans. Si en los primeros años de la Unidad de Género de IM GENDER la mayoría de los pacientes eran mayores de 35 años y acudían o bien solos o bien con algún o alguna amiga, hoy en día la situación es muy diferente. Más del 45% de las personas trans que acuden a una primera visita informativa en IM GENDER tienen menos de 25 años y suelen acudir acompañados de su familia o seres queridos. Esto es un paso muy importante para la salud emocional de estos jóvenes, que se sienten acompañados en su tránsito.
Este cambio en el acompañamiento, ha permitido que personas jóvenes, incluso en la adolescencia, comiencen su tránsito bajo el cuidado de especialistas. El uso de bloqueadores puberales, que evita el desarrollo de ciertos caracteres sexuales secundarios, ha sido fundamental para facilitar el tránsito y mejorar la autoestima y salud emocional de las personas jóvenes trans.
Cambios en la cirugía de afirmación de género
Esta atención temprana a las personas trans también ha obligado a realizar modificaciones en las técnicas de cirugía de género, especialmente en la vaginoplastia.
De la vaginoplastia por inversión peneana a la colovaginoplastia
El caso más destacado es el de la vaginoplastia, la técnica quirúrgica que permite crear una vagina en mujeres trans. Cuando el desarrollo de los genitales se ve afectado por la hormonación temprana, es necesario adaptar la técnica quirúrgica. Mientras que hace dos décadas la vaginoplastia por inversión peneana era la técnica más común, hoy en día la colovaginoplastia se ha convertido en una alternativa más adecuada. Esto es como consecuencia de que con el tratamiento de bloquenates puberales los genitales no se desarrollan lo suficiente para usar la técnica de inversión peneana y, si se llevara a cabo, la nueva vagina no tendría la profundidad suficiente como para mantener relaciones sexuales con penetración satisfactorias.
En este sentido, los datos son claros. Según el estudio, en 2002 solo el 14% de las mujeres trans requería la colovaginoplastia. Sin embargo, en 2023, este porcentaje ascendió al 66,1%, lo que refleja los cambios en los perfiles de los pacientes y en las técnicas utilizadas.
Autonomía y participación en la toma de decisiones quirúrgicas
Otro aspecto clave del estudio es el cambio en el abordaje de la participación del o de la paciente en cuanto a la elección de la técnica a seguir. Actualmente, y como fruto de una mayor información, en IM GENDER se opta por otorgar una mayor autonomía al paciente y se tiene más en cuenta su entorno, su estilo de vida, sus preferencias y su decisión. Según el Dr Ivan Mañero, “al menos en IM GENDER, las personas trans tienen hoy una mayor autonomía y participación en la elección de la técnica quirúrgica que mejor se adapta a sus necesidades. Ya no es una única decisión del equipo médico, ahora se tienen mucho más en cuenta la realidad y las necesidades de cada paciente”.
Vulvoplastia
Un claro ejemplo de esta mayor autonomía en la elección de la técnica quirúrgica por parte del paciente es el aumento en la demanda de la vulvoplastia. Esta cirugía permite la creación de unos genitales femeninos sin necesidad de crear un túnel vaginal, por lo que es demandada por mujeres trans que no desean relaciones sexuales con penetración, pero sí un aspecto genital femenino acorde a su identidad.
La demanda de esta técnica ha crecido en los últimos 5 años, y en 2023 ya supuso más del 5% de las cirugías genitales de mujer trans, demostrando la diversidad de necesidades y deseos entre las personas trans.
El estudio de IM GENDER demuestra la relación entre los avances en cirugía de género y la atención temprana a las personas trans. Poniendo de relieve cómo la atención temprana y el apoyo familiar han sido cruciales en la evolución de las técnicas de afirmación de género. La personalización y la participación activa de los pacientes en las decisiones quirúrgicas marcan un nuevo paradigma en el cuidado y acompañamiento de las personas trans.
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